En 2011, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 11 de octubre como el Día Internacional de la Niña para crear conciencia sobre su situación en todo el mundo, reconocer sus derechos y promover su empoderamiento.
Sin embargo, mujeres y niñas siguen enfrentando desventajas en salud, educación y oportunidades económicas. A diario se exponen a amenazas que afectan su bienestar, autonomía y ejercicio de derechos fundamentales.
En Panamá, AIDS Healthcare Foundation (AHF Panamá) conmemoró la fecha con la presentación de un mural elaborado por jóvenes del programa Girls Act Panamá, una iniciativa dedicada a visibilizar los derechos y capacidades de niñas y adolescentes. La actividad se realizó en la Fundación Espacio Creativo, como símbolo de inclusión y visibilidad.
Natasha Dormoi, Coordinadora de País de AHF, destacó que el programa existe porque “creemos en el derecho que tienen las niñas y adolescentes a una educación de calidad, a decidir sobre su cuerpo y su salud, y a levantar la voz sin miedo. Cada paso que den por sí mismas abre el camino para otras niñas. Hoy celebramos el inicio de una generación que lidera con empatía, inteligencia y valentía”.
Dormoi añadió que las niñas informadas sobre sus derechos cuentan con más herramientas para evitar el abuso y tomar decisiones seguras sobre sus vidas, incluida la protección frente al matrimonio forzado, el embarazo adolescente y la explotación sexual.
La realidad en Panamá
El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), mediante la metodología Milena, presentó un panorama alarmante sobre el embarazo adolescente. Según la Encuesta de Propósitos Múltiples de 2021, había 124,959 madres adolescentes entre 10 y 19 años; para 2023 la cifra aumentó a 383,205, según el último censo nacional.
La consultora Paula Martes Camargo, encargada del estudio, reveló que siete de cada diez madres adolescentes estaban en una unión al momento del embarazo, y un 38% de quienes fueron madres antes de los 15 años convivían con parejas mayores. Estas situaciones son frecuentes en las comarcas indígenas y provincias apartadas como Darién y Bocas del Toro, donde el acceso a salud y educación sexual integral sigue siendo limitado.
El estudio también indica que el 36.6% de las mujeres panameñas entre 20 y 57 años fueron madres antes de los 18 años, muchas de ellas con dificultades para continuar estudiando o acceder a empleos dignos.
Impacto económico y social
El informe Impacto Socioeconómico del Embarazo en la Adolescencia en Panamá estima que el país pierde el 2% de su PIB —unos 1,500 millones de dólares— debido a los costos evitables del embarazo adolescente y la maternidad temprana. Esta pérdida equivale a la mitad de los ingresos que el Canal de Panamá genera por el tránsito de buques Neopanamax.
Estas cifras confirman que invertir en las niñas no es solo un deber moral, sino una estrategia de desarrollo sostenible. Garantizar su educación, salud y autonomía genera comunidades más prósperas y resilientes.
Las niñas son el presente y el futuro
El Día Internacional de la Niña no debe quedarse en lo simbólico. Es un llamado a actuar para crear entornos seguros, eliminar la violencia y abrir oportunidades reales para que las niñas desarrollen su potencial.
Empoderar a las niñas es invertir en el presente y en el futuro del país. Cada niña informada, sana y libre puede transformar su entorno hoy.
Por ello, AHF impulsa a nivel global el programa Girls Act, creado en 2016 y hoy presente en 40 países en África, América, Asia y Europa. Girls Act brinda a niñas y adolescentes las herramientas necesarias para proteger su salud, continuar sus estudios y convertirse en líderes que construyen comunidades más fuertes, justas y saludables.

