En Panamá, la salud sexual se ve limitada por tabúes, desinformación y desigualdades territoriales. Este blog busca cambiar la narrativa: no es solo prevención, es libertad, educación y acceso digno para todas las personas.
¿Qué es realmente la salud sexual?
- Según la OMS, la salud sexual es un estado de bienestar físico, emocional y social relacionado con la sexualidad. Involucra relaciones seguras, igualdad, placer, consentimiento y respeto.
- No se trata sólo de evitar enfermedades, sino también de ejercer plenamente los derechos sexuales y reproductivos.
Retos concretos en Panamá
Estigma y silencios culturales
En Panamá, persistentes tabúes impiden que las personas hablen sobre sexualidad, generando vergüenza y limitando el acceso a servicios de salud.
Desigualdad territorial
Grupos rurales e indígenas enfrentan barreras geográficas y culturales para acceder a atención médica, información y servicios de salud sexual. Open Government Partnership+3minsa.gob.pa+3gorgas.gob.pa+3Aceso Global
Brechas en educación sexual
En una investigación del ICGES y el UNFPA, se encontró que el 57,5 % de participantes tenían “muy pobre” conocimiento sobre VIH, y otro 38,2 % tenía conocimiento “pobre”. Además, entre quienes ya habían iniciado su vida sexual, el 27 % tenía una ITS. UNFPA-Panama
Embarazo adolescente
Solo en el primer semestre de 2022, se registraron 15.384 embarazos en Panamá, de los cuales 4.039 (26 %) correspondían a adolescentes entre 10 y 19 años. documents1.worldbank.org+4mides.gob.pa+4revistas.up.ac.pa+4
Salud sexual como derecho humano
Ejercer la salud sexual con dignidad implica:
- Poder decidir libremente sobre el propio cuerpo y relaciones.
- Acceder a información científica, sin mitos ni prejuicios.
- Contar con servicios confidenciales y libres de discriminación.
- Reconocer y respetar todas las orientaciones y expresiones de género.
Es momento de reflexionar: la salud sexual en Panamá debe ser un derecho accesible para todas las personas—sin importar su género, orientación, lugar de residencia o edad. No se trata solo de prevenir. Se trata de educar, respetar, garantizar dignidad y derribar barreras, con enfoque de derechos humanos.

