Refuerza Comarca Ngäbe Buglé respuesta al VIH

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La organización AIDS Healthcare Foundation (AHF Panamá) y el Ministerio de Salud (Minsa) lanzaron recientemente, en la comunidad de Soloy, comarca Ngäbe Buglé, el Programa de Prevención, Pruebas y Vinculación de VIH, un esfuerzo coordinado que busca fortalecer la atención integral y reducir la transmisión del virus y otras infecciones de transmisión sexual en una de las regiones más afectadas del país.

La comarca Ngäbe Buglé enfrenta un desafío urgente en materia de VIH. Según los datos más recientes del Minsa, correspondientes a 2024, esta región registra la tasa de incidencia más alta del país, ocupa el segundo lugar en número de casos anuales de VIH y el VIH/Sida se posiciona como la segunda causa de mortalidad en la comarca. Este panorama exige acciones inmediatas y coordinadas entre autoridades de salud, organizaciones de cooperación internacional, ONG y líderes comunitarios.

Más de 1,700 pacientes ya están en tratamiento

Actualmente, 1,738 pacientes se encuentran en tratamiento antirretroviral en la comarca. De este total, 381 son mujeres y 1,357 son hombres, lo que evidencia la necesidad de un enfoque diferenciado que responda a las características y necesidades específicas de la población afectada.

El Programa de Prevención, Pruebas y Vinculación de VIH desarrollado por AHF Panamá y el Minsa tiene un enfoque integral: busca prevenir nuevos casos, realizar pruebas rápidas en la comunidad para facilitar un diagnóstico oportuno, y asegurar la vinculación inmediata al tratamiento para quienes resulten positivos. Este modelo permite no solo atender a las personas que viven con el virus, sino también fortalecer la educación y la concienciación sobre el VIH en toda la comunidad, derribando mitos y combatiendo el estigma.

Durante los últimos meses, se han desplegado múltiples acciones en la comarca con la participación de autoridades locales, líderes comunitarios y equipos de AHF Panamá. Entre estas destacan 21 jornadas de educación y prevención, donde se abordaron temas como la importancia del uso del condón, la adherencia al tratamiento, la reducción de riesgos y la promoción de la salud sexual y reproductiva.

Asimismo, se realizaron 11 jornadas de pruebas rápidas de VIH, que permitieron que 447 personas conocieran su estado de salud, identificando 8 casos positivos y logrando vincular a 5 pacientes al tratamiento gratuito que ofrece el MINSA. Estas cifras, aunque parezcan modestas, representan un avance significativo en la detección temprana y en la prevención de la transmisión, especialmente en comunidades que históricamente han tenido limitado acceso a servicios de salud especializados.  Entre las razones que dificultan que una persona con un resultado positivo no acceda a atención y tratamiento están: estigma y desinformación respecto al VIH, pobreza y falta de recursos para trasladarse a instalaciones de salud, entre otros.

Prevención y confianza

Otra de las estrategias complementarias del programa fue la distribución de 18,500 condones, una herramienta esencial para la prevención y la reducción de la transmisión del VIH. Esta acción busca llegar tanto a jóvenes como a adultos, promoviendo prácticas sexuales seguras y fomentando la educación sobre la salud sexual en toda la comarca.

“Este programa es un llamado a derribar barreras, combatir el estigma y abrir espacios de confianza, donde las personas puedan acceder a pruebas, prevención y tratamiento sin miedo ni discriminación. Es una apuesta por la vida, la dignidad y el derecho a la salud”, afirmó Yarissa Rivera, representante de la región de salud de la comarca Ngäbe Buglé.

El enfoque de AHF Panamá y el Minsa se centra en la prevención, detección temprana y tratamiento oportuno, con un énfasis especial en la construcción de una red de apoyo comunitaria basada en respeto, solidaridad y confianza. Esto no solo fortalece la atención directa a pacientes con VIH, sino que también contribuye a un cambio cultural en la comunidad, promoviendo la inclusión y la sensibilización frente a la enfermedad.

El programa ha generado un impacto visible en la comarca. Los líderes comunitarios han participado activamente en la organización de las jornadas y en la promoción de hábitos saludables, mientras que los equipos de salud han trabajado de la mano con los pacientes para garantizar la adherencia al tratamiento y el seguimiento médico adecuado. Estas acciones buscan disminuir la mortalidad asociada al VIH y mejorar la calidad de vida de quienes viven con el virus.

Además de las actividades de prevención y diagnóstico, el programa incorpora sesiones de educación y concienciación dirigidas a jóvenes y adultos, con el objetivo de fomentar la responsabilidad personal, el conocimiento de los métodos de protección y la importancia de realizarse pruebas periódicas. Se busca que la comunidad comprenda que el VIH es una condición que puede controlarse eficazmente con tratamiento, y que la prevención y el acceso a servicios médicos son fundamentales para reducir la propagación del virus.

Detección, tratamiento y educación

El compromiso de AHF Panamá y el Minsa se extiende a garantizar que los pacientes detectados con VIH tengan acceso inmediato al tratamiento antirretroviral gratuito, evitando retrasos que puedan comprometer su salud. La coordinación con las autoridades locales permite que el seguimiento médico sea constante, fortaleciendo la continuidad del cuidado y asegurando la adherencia al tratamiento, factores clave para controlar la epidemia en la comarca.

“Estamos ante un desafío importante, pero la respuesta coordinada demuestra que la combinación de prevención, educación, pruebas y vinculación al tratamiento puede marcar la diferencia. Cada persona que conoce su estado de salud y accede a tratamiento es un paso hacia una comunidad más sana y segura”, señaló Rivera.

Natasha Dormoi, coordinadora de AHF Panamá, explicó que en el nuevo centro de coordinación se ofrecerán pruebas rápidas de detección, distribución gratuita de preservativos, consejería, capacitación y campañas de sensibilización comunitaria. “La estrategia busca acercar los servicios de prevención y tratamiento a una población históricamente marginada, que no siempre logra llegar a los hospitales”, señaló.

Dormoi destacó, además, que la lucha contra el VIH en la comarca Ngäbe Buglé no puede darse únicamente desde el ámbito institucional. “La colaboración de la sociedad civil es fundamental. Grupos comunitarios, organizaciones locales y líderes tradicionales tienen un papel clave en promover la educación sexual y la prevención, así como en identificar casos de forma temprana para garantizar que las personas reciban tratamiento oportuno”, recalcó.

El programa también busca crear conciencia sobre la importancia de romper el estigma asociado al VIH. Las personas afectadas frecuentemente enfrentan discriminación, lo que dificulta su acceso a servicios de salud y apoyo social. AHF Panamá y el Minsa trabajan para asegurar que los espacios de atención sean acogedores, confidenciales y libres de prejuicios, fomentando la inclusión y la participación activa de la comunidad en la lucha contra la enfermedad.