Las y los jóvenes necesitan protección contra infecciones sexuales

La edad en la que una persona debería comenzar su vida sexual activa es difícil de fijar en un número. Probablemente, la incógnita se resolvería mejor con la frase cuando así lo decida. Y decidir no se refiere solamente a decir sí o no, sino a tomar esa decisión con la información suficiente y con las herramientas necesarias. Por iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas, el 12 de agosto se celebra el Día Internacional de la Juventud, fecha que marca una oportunidad para discutir sobre las necesidades y problemas de los jóvenes alrededor del mundo y en torno a diferentes temas. La sexualidad, por supuesto, ha sido uno de los temas fundamentales que hay que tratar, pues no sólo se trata de un asunto de salud, sino también del pleno desarrollo de la personalidad de los y las jóvenes. Sobre este aspecto tan importante, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó, en 2019, una serie de recomendaciones sobre salud y derechos sexuales de la población adolescente y joven. Infecciones de transmisión sexual (ITS) La OMS reconoce que la información oficial sobre ITS en adolescentes es escasa, sobre todo en países de ingresos medios y bajos. Sin embargo, algunas cifras de Europa indican que los jóvenes, tanto hombres como mujeres de 15 a 24 años de edad representaron el 61% de los casos de clamidia durante el año 2015. Mientras tanto, en Estados Unidos, la mitad de los casos de ITS se detectaron en mujeres y hombres jóvenes de ese mismo rango de edad. Por otro lado, tanto ellas como ellos se enfrentan a diferentes riesgos que los vuelven vulnerables. La instancia internacional afirma que las adolescentes podrían estar en mayor riesgo de contraer ciertas ITS en comparación con mujeres adultas, ya que la falta de madurez en la mucosa del cérvix podría facilitar la entrada de microorganismos. Los varones jóvenes, por su parte, reciben presión para tener mucha actividad sexual (y con frecuencia, tener múltiples parejas). A esto hay que sumar que las diferentes ITS pueden tener consecuencias graves para la salud de los jóvenes, que van más allá de las molestias de la infección por sí misma. Si se avanzan a través del aparato reproductor masculino o femenino, infecciones como la gonorrea o la clamidia pueden provocar infertilidad. Para abordar todos estos problemas, la OMS resalta que las y los jóvenes deben tener a su alcance servicios de salud con calidad, sin importar su estado civil y cuidando la confidencialidad, por ejemplo, no solicitar autorización de un tercero para que las personas menores de edad puedan recibir servicios de salud sexual y reproductiva. Prevención del VIH El VIH es transmitido, principalmente, por la vía sexual. Si hablamos de números totales, afecta de manera especial a las mujeres adolescentes y jóvenes, sobre todo en la región de África Subsahariana, donde los estereotipos de género hacen muy difícil que ellas puedan negociar el condón con sus parejas, o simplemente son víctimas de violencia sexual, lo que las expone al virus. Cuando la infección por VIH no se detecta, y por tanto, no recibe tratamiento, causa un importante nivel de mortalidad en los adolescentes, dice la OMS. De hecho, las personas adolescentes tienen tasas de mortalidad más altas que las que se observan entre adultos o niños con el VIH. Además, son el único grupo de edad donde la mortalidad no se redujo entre 2000 y 2015, sino que se elevó más del doble. Por desgracia, el uso del condón para protegerse del VIH sigue siendo bajo. Según cifras del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA), entre 2011 y 2016, menos del 50% de mujeres de 15 a 24 años de 31 países diferentes, y de los hombres de las mismas edades en 18 países usaron condón en relaciones sexuales de alto riesgo que mantuvieron en el año previo a la encuesta. Es por esto que la OMS recomienda que los gobiernos garanticen el acceso de las y los jóvenes a pruebas confidenciales de detección del VIH, se aseguren de que existan programas de prevención y tratamiento del VIH especiales para jóvenes, y que estos servicios no estén condicionados a la aprobación de un tercero (por ejemplo, un padre o tutor). Así que si conoces a una persona joven (o tú eres una) que necesita hacerse una prueba de detección o recibir servicios de prevención del VIH que sean confiables, confidenciales y libres de discriminación, AHF Panamá es el lugar correcto. Acércate a nuestras oficinas y escríbenos por Whatsapp para realizarte una prueba de detección de VIH sin costo y recibir condones gratuitos.
Vivir con VIH aumenta tu riesgo a estos cánceres

Uno de los retos actuales más importantes para la medicina es el cáncer, una enfermedad que encierra muchas incógnitas, pero de la que también se han logrado identificar varios factores de riesgo. Uno de esos factores es vivir con el VIH. Desde el inicio del a epidemia de VIH, en 1981, algunos cánceres poco comunes estuvieron claramente asociados al síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida), mientras que, con el avance de las investigaciones, se ha visto que otros cánceres son más frecuentes en personas que viven con VIH que en otras que no lo tienen. Cáncer relacionado con el sida Para determinar que una persona tiene sida, es decir, la fase más grave de la infección por el VIH, se toman en cuenta varios criterios, y uno de ellos es la presencia de lo que se llama enfermedades definitorias de sida. Se denominan así porque, si la persona no tuviera este síndrome, sería muy raro que presentara alguna de esas enfermedades. Así, entre las enfermedades definitorias de sida están algunos cánceres. El primero de ellos es el sarcoma de Kaposi, que es bastante identificable pues los tumores, que afectan los tejidos blandos, pueden manifestarse en la piel en forma de manchas de color morado, marrón o rojizo, que pueden abultarse conforme crece el tumor. También afecta la mucosa de la boca, entre otros tejidos. El sarcoma de Kaposi puede tratarse de dos formas: con quimioterapia y radioterapia, cuando está muy difundido en el organismo, o bien, retirando quirúrgicamente los tumores si estos se encuentran en zonas bien delimitadas (como los pies, la espalda o el rostro). Otro cáncer definitorio de sida es el llamado linfoma no Hodgkin, el cual ataca al sistema linfático del cuerpo, que es parte del sistema de defensa. Se presenta porque un tipo de células del sistema linfático, llamados linfocitos, comienzan a reproducirse descontroladamente. Este cáncer también se puede tratar con quimioterapia o radioterapia, o con algunos otros medicamentos especializados. Un tercer cáncer definitorio de sida es el linfoma primario del sistema nervioso central. Este tipo de cáncer no es otra cosa que un tumor que se origina en el tejido nervioso, principalmente en el cerebro. Por la localización del tumor, su tratamiento es delicado y puede abordarse, primero, con corticosteroides, un tipo de medicamentos que combate la inflamación. Sin embargo, sus resultados no son duraderos y se suele recurrir a la quimioterapia o radioterapia, pero se corre el riesgo de afectar el resto del tejido del cerebro, por lo que debe manejarse con precaución. Otros cánceres que vigilar Aun cuando la persona con VIH no esté en etapa de sida, se sabe que las personas con el virus tienen más probabilidades de desarrollar cáncer que quienes no tienen VIH, por lo que es importante estar pendientes de cualquier cambio que pueda estar relacionado con algún tumor. Podemos hablar de dos cánceres que son causados por virus que comparten las vías de transmisión con el VIH. Se trata del virus del papiloma humano (VPH), que se transmite sexualmente, y del virus de la hepatitis C (VHC), que se transmite por la vía sanguínea. Esto no significa que todas las personas con VIH tengan también VPH y VCH, pero sí que es más probable que presenten alguno de estos virus, en comparación con quienes no tienen VIH. Hay que recordar que el VPH es la principal causa de cáncer del cuello del útero, mientras que también puede generar tumores en la garganta, el pene o el recto. Para evitar que estos tumores se extiendan, es importante tener consultas periódicas con los especialistas en ginecología y urología, que están capacitados para detectar lesiones sospechosas en etapas tempranas y darles el tratamiento adecuado. Por su parte, el VHC es un importante factor en el desarrollo del cáncer de hígado. Por fortuna, existen tratamientos capaces de curar esta infección, por lo que es recomendable que las personas con VIH también se hagan una prueba de detección de VHC. En caso de resultar positiva, se puede dar tratamiento y con esto evitar el riesgo del cáncer hepático. Prevenir es mejor Estos son sólo algunos de los cánceres a los que las personas con VIH están especialmente expuestas. Para evitar que avancen, los equipos médicos especializados en la atención del virus deben dar el seguimiento oportuno. Si tienes alguna duda sobre éstos u otros padecimientos relacionados con tu condición, expresa tus preguntas a tu médico y hazle saber que estás pendiente de tu atención. Si por alguna razón no estás tomando tratamiento antirretroviral, acércate a AHF Panamá y te ayudaremos a iniciar o retomar la terapia. Nuestros servicios son gratuitos. Escríbenos por Whatsapp y haz tu cita ya.